Guardiola: «Bojan no se ha estancado, si hay algún culpable soy yo»

A Bojan se le ve muy poco en el campo. Tan poco que da la sensación de que cada vez que sale, y no son muchas, la angustia se apodera de su fútbol. Está enredado en un círculo tan vicioso que solo ha sido titular una vez (Xerez) en los dos últimos meses. Juega poco, se angustia más y aumenta la sensación de que se ha frenado la ascendente carrera de un delantero de 19 años que entró como un cohete en el Camp Nou en los días finales de la depresión del Barça de Rijkaard. Entonces, su aparición devolvió la ilusión al culé. Ahora es él quien está desilusionado.
Ahora, es Pedro quien ocupa el lugar que tuvo Bojan. Y hasta Jeffren, por cuestiones puramente tácticas –Guardiola necesitaba un extremo para derribar al Estudiantes–, le pasó por delante en la final del Mundial de clubs. Y así anda Bojan, atormentado por un anonimato que no esperaba, aguardando que llegue la Copa. Su torneo. Su vida. Ya fue decisivo en la Copa del 2009 y en la final de Mestalla. Y desde el doble duelo con la Cultural Leonesa, la figura de Bojan se ha apagado.

FALTA DE CONTINUIDAD / «No creo que se haya estancado su progresión», comenzó diciendo ayer Guardiola. Luego, fue más contundente. «No, no se ha estancado; si hay algún culpable, soy yo», dijo, descargando de toda responsabilidad al delantero. «Si le diera continuidad de 10 o 12 partidos, seguro que metería goles», añadió. Ese es el problema. Que Bojan no tiene continuidad. Cuando sale, suele marcar goles. Lo hizo en el 5-0 a la Cultural en el Camp Nou –firmó dos tantos–, lo hizo también en el intrascendente amistoso de Kuwait tras ganar el sexto título y repitió luego en el estreno de Johan Cruyff como seleccionador de Catalunya. «Es un drama para mí», llegó a confesar Guardiola. Bojan entrena, calla y juega. Y cuando juega, marca. «Yo le digo que no afloje, que siga, que es joven y saldrá de esta. No puede bajar los brazos. Y él no lo hace». dijo el técnico. Si hay Copa, le toca a Bojan. O eso espera él.